25.11.06

Morgungrautur Gabríels

Esta es la receta del desayuno que comíamos en la granja orgánica... es el desayuno de Gabriel, el hijo de Eymondur, el granjero de Vallanes. Es como una especie de avena o atol, pero el cereal base es cebada o "barley".

Ingredientes
3 dl de cebada integral
9 dl de agua
2 manzanas verdes grandes peladas y picadas
1-2 dl de pasas
1 cucharada de canela
1/2 cucharadita de sal
1-2 dl de semillas de girasol y/o calabaza
Opcional para darle un sabor más dulce: 1 dl de dátiles y/o 2 cucharadas de miel
** 1 dl = 100 ml, 1 taza = 2.4 dl

Preparación
Poner todo en una olla y dejar que hierva, para luego dejar cocer a fuego bajo por unos 45 minutos, mezclando ocasionalmente hasta que la cebada este suave y haya absorvido toda el agua.

1.10.06

La granja orgánica

La finca orgánica a la que llegamos se llama “Madre Tierra” (Móðir Jorð) y recibe “wwoofers” o miembros de esta asociación de voluntarios que trabajan en fincas orgánicas por todo el mundo (WWOOF). A nuestra llegada había dos gringas, dos alemanas y una austriaca… a los dos días llegó un “quebecquiano”, y poco después una escocesa y otra alemana.

Skotta nos había advertido del trabajo fuerte que íbamos a tener por dos semanas, sin embargo el recibimiento fue tranquilo… razón: los lunes es el día de empaque. Empacamos perejil, nabos, remolachas, kale (que no se que es, como una mostaza gruesa parecida al repollo) y papas. Se empieza a trabajar a las 8, hay un coffee break como a las 11, almuerzo como a las 2, otro coffee break eventualmente y se termina como a las 6 dependiendo de lo que haya que empacar. El día de empaque con tanta pausa nos sentimos como empleados públicos del ICE o de algún ministerio, sin embargo al día siguiente que nos tocó recoger papas entendimos la razón de tanta burocracia… Aunque la indumentaria es de gran ayuda (“gummi boxur” o enterizos de huele, botas Colibrí y guantes de agricultor) al cabo de dos horas realmente uno puede llegar sentir que se lo está llevando la trampa… los dedos como tucos de hielo y el rabo o las rodillas heladititicos, dependiendo de la posición de recolección utilizada… de ahí la importancia de tomarse algo calientito para regresarle el calor a los huesitos. En la noche de la primera recolección pensé que no me iba a levantar al día siguiente del arratonamiento, sin embargo no fue tan terrible… jaja y pensar que según nosotros nos ibamos a levantar justo ese día a correr… por supuesto que luego del primer día de recolección desechamos por completo el tema. Con los días, creo que ya he pulido la técnica de recoger kartaflör (papas) y ya no me duele casi nada, salvo los dedos en las articulaciones.

El empaque de papas es una de las actividades más llevaderas… se escogen por tamaño evitando que tengan “heridas”, en bolsas de un kilo… aparte se está encerrado pero calientito… y con música. Un día estábamos escuchando “Mami que será lo que quiere el negro” y otro a Chavela Vargas… el mundo es pequeño, ya que era música no llevada por nosotros. Por lo general la actividad es con otras 3 señoras islandesas que no hablan inglés de modo que es un vacilón. Nos ha tocado de todo, lavar papas (muy duro por el hecho de tocar agua – fría por supuesto – y por el esfuerzo físico de batirlas dentro del agua), recoger remolachas y repollos, recoger papas con una máquina que las desentierra y las zarandea… como encaramados en un backhoe con una especie de plataforma… hasta pudimos manejar tractor. Todo muy bonito y muy romántico, pero agotador para hacerlo por más de dos semanas.

El desayuno y el almuerzo los prepara Eymondur, el granjero dueño de Vallanes, y la cena la preparan los diferentes “wwoofers”. Hemos tenido un menú muy variado… pero lo mejor ha sido el pan que hace Eymondur con smor (mantequilla).

El domingo que llegamos pudimos ver auroras boreales, aunque estaba un poco nublado, lo que le quita un poco de espectacularidad al evento. Otra noche fuimos a la orilla del lago a verlas otra vez, pero igual estaba nublado… empiezo a creer que esto de las auroras es más cuestión de no tener niebla que de cualquier otra cosa (para el viento solar se puede ver spaceweather.com para el pronóstico). El día que dejamos la granja para volver a Skiduklaustur nos tocó ver una verdadera aurora… es como una luz “viva” que cambia rápidamente de forma e intensidad… un espectáculo muy impresionante y realmente hermoso.

El sábado fuimos “hitch-hiking” hasta Egilsstadir, ya que queríamos conocer el pueblo más cercano (a 17 Km) y aparte yo quería comprar lana para tejerle una bufanda a Didier, ya que la perdimos en Reyjkiavik antes de salir para el Este. De ida nos llevó un húngaro que está trabajando en un proyecto de una represa más al norte de donde estamos, y a la vuelta, un camión con un silo de concreto igual del proyecto hidroeléctrico. Fue toda una experiencia, pero realmente queríamos salir para festejar nuestro primer mes acá y hacer algo diferente… el asunto es que no hay buses y los taxis no existen, de modo que lo que resta es ponerse la chaqueta y los guantes y no arrugarse. El tráfico no es mucho, esperamos como media hora y en ese lapso a lo mucho pasaron como unos 7 ó 8 carros en cada sentido.

Rafael, el de Québec, toca violín de modo que hemos tenido un par de conciertos en la iglesia. El barrio está compuesto de la granja donde estamos, otra granja, como un salón comunal y la iglesia con su cementerio… la cual queda como en el jardín de la granja. Realmente ha sido muy agradable.

Las noches luego de la cena se puede hacer yoga con Eymondur o jugar cartas o unirse al club de la “abuelas” y tejer un rato oyendo Sigur Ros. En fin ha sido un espacio de meditación entre papa y papa, y una oportunidad para conocer gente agradable y sin complicaciones. Cuando hace sol es realmente hermoso caminar entre la cebada y con un horizonte muy amplio y despejado, sumidos en un silencio absoluto que sólo lo rompe algún zumbido lejano de algún carro o algún pájaro volando muy alto, a donde lo caliente el sol.

11.9.06

Las clases de Islandés

Estamos en un lugar donde hacen campamentos de verano. Iniciamos las clases de islandés ayer y ya sólo quedamos los voluntarios foráneos (antes estábamos con los islandeses que acababan de volver del extranjero). Es divertido por que estamos en el medio de la nada en un edificio bastante acogedor, hasta con red inalámbrica, lo cual es muy común acá. Todo el país tiene buenas carreteras y buenos servicios (luz, teléfono, agua).

El islandés realmente es interesante y realmente quiero aprender algo al menos. Es muy peculiar, como la gente. Y de lo que comentan el resto de europeos, Islandia parece ser muy diferente al resto de Europa. Aunque de hecho estamos aprendiendo un poco de todo... italiano, alemán, ruso... y aprendiendo mucho de costumbres y lugares de los otros países.

Cosas diferentes... las duchas son generales (es decir no hay divisiones), claro hombres por un lado y mujeres por otro... me chocó un toque al principio... pero bueno en Roma hay que hacer como los romanos. Aparte acá todo es muy sano y muchos europeos están acostumbrados a eso.

Todas estás noches tenemos veladas por zonas... hoy es la europea... bailes, música, comida. El jueves, que es la última noche del campamento, es la latina para la cual nos aliamos aparte de la colombiana con los españoles y los italianos. Vamos a hacer gallo pinto y entre otras cosas vamos a poner a todos a bailar salsa.

El lunes volamos al Este a donde vamos a estar el resto del tiempo. Realmente pensé al principio que sería agradable estar en la ciudad, pero ahora que estamos afuera (con el campamento) veo lo hermoso que es todo y realmente quiero conocer más a los islandeses, y eso va a ser más fácil en la medida que haya menos foráneos cerca de nosotros. Aparentemente vamos a estar como en una casa de los guarda parques donde entiendo que casi no llega nadie, por lo que es posible que la mayoría del tiempo sea sólo para nosotros. Pero bueno en la medida que tengamos un poco de privacidad es bueno, aparte toda la gente es realmente respetuosa.

Aprendiendo islandés

9.9.06

El Arribo y el campamento de introducción

Llegamos a Keflavík el 6 de setiembre en la tarde, luego de pasar unos días donde mi hermano y su esposa en Nuevo Mexico. Fue realmente agradable estar con los sobrinos las 24 horas y verlos en todas sus actividades diarias. Aparte hubo chance de terminar de comprar chunches para el frío, gracias a la amabilidad de ellos de llevarnos de ”shopping”. Aunque tal vez trajimos demasiados chunches y las maletas sufrieron bastante durante el viaje... ya veremos el regreso, me imagino que dejaremos la mitad de las carajadas acá.

El viaje fue mejor de lo que pensé. Por estar tan agotada de la empacada de casa me dormí en todos los vuelos... y por el hecho de volar de noche no sentimos tanto el cambio de horario.

Acá, llegamos a un aeropuerto muy agradable y muy moderno (en remodelación por cierto) pero muy acogedor. Luego de recuperar el chunchero y cambiar kronas, salimos a toparnos con Islandia. Nos recibió un olorcito a azufre y una voluntaria de la organización (AUS) y nos llevó a una especie de hostal del Ejército de Salvación... cuartos compartidos y un baño por piso, tal vez un tanto impresionante cuando uno llega, pero limpio y relativamente acogedor.

El clima estaba en 14C cuando llegamos y ha variado desde 10-14 C pasando por el sol, la niebla y lluvia. Bueno la lluvia no es realmente lluvia, se podría decir que es un pelo de gato pero frío... muy frío lo que no lo hace muy agradable. La gente anda bien abrigada aunque sin guantes y gorros la mayoría. La humedad creo que lo hace más tolerable... de hecho se me secaron más los labios en NM que hasta ahora... aunque bueno están apenas iniciando el otoño.

La cuidad Reykjavík es agradable aunque extremadamente cara, pero MUY cara. Una krona equivale a 8 colones (x 10 para simplificar los cálculos) y bueno... una cerveza cuesta una 550 kr... unos zapatos 9000-12000 kr, comida rápida no muy allá creo que puede andar por unas 2000-3000 kr. En fin hay que ser muy comedido y mejor no hacer conversiones por que sino uno se enferma.

Ayer viernes salimos de la capital a un campamento con los demás voluntarios... unos 60 (unos 30 de afuera y el resto "islanders" como se llaman ellos mismos). Hasta el momento ha sido realmente agradable... por supuesto creo que soy la mayor de todos, pero son todos gente joven muy ubicada y agradable. Hay gente de todas partes: Europa del este y oeste, Nepal, Ghana, españoles, franceses, en fin. Los islandeses (al menos los de la organización) son realmente agradables. El islandés por lo que he llegado a conocer es realmente complicado: primero no se parece ni al español ni al inglés ni al francés ni a nada, segundo es impronunciable, tercero tienen más vocales (las tildes hacen letras nuevas, no tienen nada que ver con el acento) y por último no sólo los verbos se conjugan, sino también los nombres, inclusive los propios.

Ahorita estamos en un descanso, son las 7 pm y venimos saliendo de una piscina al aire libre... si... no me equivoqué.... afuera a la intemperie. La salida del vestidor al agua hay que hacerla velozzzzzzzz, pero luego es bien agradable. Aparte había un jacuzzi a 40C que realmente hace que cuando uno salga se sienta más caliente que cuando entró con ropa al vestidor. Lo que si es que el agua caliente huele bastante a huevo duro... es un tanto raro, por decirlo bonito, pero bueno en todo caso parece que no en todas partes huele... parece que hay zonas donde no huele a nada. Aunque realmente no es tan molesto en la ducha pero si al lavarse los dientes.

La comida... hasta el momento muy bien. Nos ha pasado que uno no sabe ni que se está comiendo por que las etiquetas están en islandés. Tienen varios tipos de leches y yogures muy buenos.